¿Qué es y cómo funciona una caldera de condensación?

Lara Rodriguez | modified: 7 de junio de 2024

Desde hace varios años el Real Decreto de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) estableció que en cualquier obra nueva se debe instalar siempre una caldera de condensación. Las calderas de condensación son las más eficientes del mercado y hoy vamos a explicar qué es una caldera de condensación y cómo funciona.

¿Qué es una caldera de condensación?

Una caldera de condensación es una caldera de gas que aprovecha el calor de la condensación presente en los humos de combustión. Formalmente, una caldera de condensación está diseñada para poder condensar de forma permanente una parte importante de los vapores de agua contenidos en los gases de la combustión.

 

Su rendimiento es muy alto y genera un menor consumo de gas que las calderas convencionales por lo que es mucho más respetuosa con el medioambiente. Por cada litro de agua producido en la condensación recuperamos 540 kcal. Es decir, por cada litro de agua que sale por el desagüe recupero 540 kcal que con una caldera convencional estaríamos desaprovechando. Una de las mejores calderas de condensación del mercado es la Alteas One Net.

¿Cómo funciona una caldera de condensación?

Ahora que ya sabes qué es una caldera de condensación, explicaremos cómo funciona. El funcionamiento de este tipo de calderas consiste en la transformación de una sustancia en estado gaseoso (vapor) a estado líquido mediante el manejo de la temperatura y la presión de estos gases, con lo que se recupera el calor latente que con otra caldera sería desaprovechado.

 

La caldera de condensación para producir el calor utiliza no sólo el poder calorífico inferior PCI de un combustible (la cantidad de calor que se puede producir con una cierta cantidad de combustible: sólido, líquido o gaseoso) sino también su poder calorífico superior PCS (que contiene un porcentaje de energía añadido en forma de calor por condensación del vapor de agua, el llamado "calor latente"). Las normas europeas y española han utilizado clásicamente como referencia el PCI para definir el rendimiento de una caldera de gas de condensación, por lo que los resultados obtenidos en cuanto a rendimiento son superiores al 100% gracias a la recuperación del calor latente que representa aproximadamente el 11 %.

 

Ahora, con la aplicación de la Directiva ErP, el criterio de definición de rendimientos emplea como referencia para el cálculo el PCS (incluyendo ya el calor latente disponible por el cambio de fase al producirse la condensación del vapor de agua contenido en los humos de la combustión). Con este cambio de valor de referencia podemos afirmar que las calderas de condensación alcanzan aproximadamente un rendimiento del 98%.

Ventajas de una caldera de condensación

Ahora que ya sabes cómo funciona una caldera de condensación y cuál es su rendimiento comprobarás que sus ventajas son muchas, principalmente su alta eficiencia energética lo que repercute directamente en la factura del gas con un ahorro entorno al 25-30% en el consumo de energía en comparación a una caldera convencional. Otra de sus grandes ventajas es la reducción de emisiones contaminantes que puede ser de hasta un 70% y son más silenciosas lo que aumenta el confort en el hogar.