Transición energética: ¿dónde nos encontramos?

modified: 17 de octubre de 2025

La transición energética se refiere al cambio de fuentes de energía basadas en combustibles fósiles hacia alternativas renovables y bajas en carbono. Esta transformación es crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, combatir el cambio climático y garantizar la sostenibilidad energética a largo plazo.
Sin embargo, a pesar del progreso significativo, la transición energética global todavía está en proceso, con desafíos que deben abordarse para lograr un futuro completamente sostenible.

El estado actual de la transición energética

En los últimos años, muchos países han incrementado su dependencia de fuentes de energía renovables, como la solar, la eólica y la hidroeléctrica. Los gobiernos y las industrias de todo el mundo han establecido ambiciosos objetivos de emisiones netas de carbono cero, con el propósito de eliminar gradualmente el uso del carbón y reducir la dependencia del petróleo y el gas. Las inversiones en infraestructura de energía limpia también han aumentado, con mejoras en las tecnologías de almacenamiento, las redes inteligentes y la adopción de vehículos eléctricos que impulsan el progreso.

Sin embargo, la transición se está produciendo a diferentes velocidades en todo el mundo. Las naciones desarrolladas han podido acelerar la adopción de energías renovables, mientras que muchos países en desarrollo aún dependen en gran medida de los combustibles fósiles debido a barreras económicas y tecnológicas. La creciente demanda de energía, particularmente en las economías emergentes, representa tanto una oportunidad como un desafío para la expansión sostenible de la energía.

Factores clave de la transición energética

Varios factores están acelerando el cambio hacia la energía sostenible:

  • Avances tecnológicos: las mejoras en paneles solares, turbinas eólicas, almacenamiento en baterías y tecnología del hidrógeno han hecho que la energía renovable sea más accesible y rentable.

  • Políticas y regulaciones: las iniciativas gubernamentales, la fijación de precios del carbono y los incentivos para proyectos de energía renovable han fomentado el alejamiento de los combustibles fósiles.

  • Objetivos de sostenibilidad corporativa: las empresas de todo el mundo están invirtiendo en energía limpia y prácticas de eficiencia energética para reducir su huella de carbono.

  • Conciencia y demanda pública: los consumidores apoyan cada vez más las soluciones de energía verde, impulsando a los gobiernos y a las empresas a acelerar sus compromisos de sostenibilidad.

Desafíos que ralentizan la transición energética

A pesar del progreso, varios obstáculos impiden la rapidez de la transición. El principal desafío sigue siendo la dependencia de los combustibles fósiles, que aún representan la mayoría de la producción de energía mundial.
Algunas industrias, especialmente las de manufactura pesada, aviación y transporte marítimo, enfrentan dificultades para hacer la transición debido a la falta de alternativas viables bajas en carbono.

Otra barrera importante es el almacenamiento de energía y la infraestructura de la red eléctrica.
Aunque las fuentes de energía renovables como la solar y la eólica son intermitentes, las soluciones de almacenamiento confiables y las redes modernizadas son esenciales para un suministro estable. Además, las disparidades económicas entre los países afectan la capacidad de invertir en energía sostenible, lo que hace que la cooperación global sea crucial para lograr una transición justa y efectiva.

El futuro de la transición energética

Mirando hacia adelante, se espera que la transición energética se acelere a medida que la tecnología continúe avanzando y las políticas se vuelvan más estrictas. Para garantizar el éxito a largo plazo, las inversiones deben centrarse en:

  • Ampliar la producción de energía renovable mientras se elimina el carbón y se reduce la dependencia de los combustibles fósiles.

  • Desarrollar soluciones de almacenamiento de energía eficientes para estabilizar el suministro y maximizar los beneficios de las energías renovables.

  • Mejorar la eficiencia energética en industrias, edificios y transporte para reducir el consumo total.

  • Ampliar los esfuerzos de electrificación en sectores como la calefacción y la movilidad para reemplazar los sistemas tradicionales basados en combustibles fósiles.

La colaboración global será fundamental para superar los desafíos y lograr una transición energética inclusiva y efectiva.
Los gobiernos, las empresas y las personas deben trabajar juntos para crear políticas e innovaciones que impulsen un futuro energético más limpio y sostenible.