Qué es la Sostenibilidad: Significado y Ejemplos | Ariston
¿Qué es la sostenibilidad?
En la actualidad se habla mucho sobre la sostenibilidad, un término ampliamente utilizado pero también un concepto que las personas no siempre conocen en detalle. Para evitar confusiones o usar la palabra incorrectamente, es importante saber qué es la sostenibilidad y qué significa para la vida cotidiana.
Luego, podremos ser más conscientes del verdadero significado de la sostenibilidad en todas sus formas, evaluar la información correctamente y tomar decisiones acertadas en la vida diaria. Analizaremos qué significa la sostenibilidad y cómo vivir de manera más sostenible.
¿Qué significa la sostenibilidad?
Para entender qué significa la sostenibilidad, podemos considerar la definición proporcionada por las Naciones Unidas: "desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades". Esto se relaciona con la interpretación del desarrollo sostenible incluido en la Agenda 2030 de la ONU, un programa con 17 objetivos de sostenibilidad compartidos a nivel global.
La sostenibilidad, por lo tanto, es un modelo socioeconómico que garantiza el bienestar de toda la población y solo utiliza los recursos naturales disponibles y los que pueden regenerarse, para que las generaciones futuras puedan disfrutar de las mismas condiciones de vida, bienestar y disponibilidad de recursos. Este concepto tiene implicaciones en todos los aspectos sociales y económicos que afectan nuestras vidas.
A menudo, las personas tienden a limitar el concepto de sostenibilidad al impacto ambiental de la vida humana, lo cual es demasiado restrictivo y no tiene en cuenta otros aspectos importantes. Cuando hablamos de sostenibilidad, nos referimos en realidad a la sostenibilidad ambiental, social y económica: tres condiciones básicas para lograr una sostenibilidad real.
Analizaremos estas tres dimensiones diferentes pero integradas de la sostenibilidad en detalle.
Sostenibilidad ambiental
Comenzaremos analizando qué es la sostenibilidad ambiental, es decir, el equilibrio perfecto entre los recursos consumidos y los que el planeta puede regenerar. Esto se aplica a todo tipo de recursos, como las materias primas extraídas, los peces capturados en los mares y las emisiones de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera.
Para lograr la sostenibilidad ambiental, todas estas actividades deben ser sostenibles, por ejemplo, pescar una cantidad de peces adecuada para la velocidad de reproducción y la salud del hábitat marino, o emitir una cantidad de gases de efecto invernadero que se alinee con la capacidad de la Tierra para absorber CO2. Es evidente que la sostenibilidad ambiental requiere un desarrollo centrado en el uso de energías renovables, así como procesos con bajo impacto ambiental basados en la circularidad que promuevan el reciclaje, la recuperación y la reutilización de recursos..
Sostenibilidad social
La segunda dimensión de la sostenibilidad es la social, que se refiere al bienestar de la población y la protección de los más vulnerables. Esto incluye también a las generaciones futuras, ya que el principio de la sostenibilidad social es que el bienestar actual no debe comprometer el bienestar de quienes nos sucedan. En la práctica, necesitamos vivir respetando nuestros beneficios comunes, asegurando que toda la población tenga acceso a recursos, ayudando a los más frágiles y garantizando los mismos derechos para todos.
Sostenibilidad económica
La tercera dimensión es la sostenibilidad económica, es decir, la adopción de un sistema de crecimiento económico sostenible que pueda generar riqueza y bienestar por igual para toda la población, al mismo tiempo que protege el medio ambiente. Según este enfoque, un proceso económicamente sostenible es aquel que permite a una empresa obtener beneficios mientras crea valor para la sociedad y no daña el medio ambiente ni reduce los recursos disponibles para otros.
¿Por qué es importante la sostenibilidad?
Buscar la sostenibilidad ambiental, económica y social implica adoptar un modelo de desarrollo sostenible para generar valor para las generaciones actuales sin discriminación y asegurar que las generaciones futuras tengan las mismas oportunidades.
Las consecuencias de los modelos de desarrollo insostenibles están bajo el foco, ya que están causando numerosos problemas graves como:
-Calentamiento global;
-Cambio climático;
-Degradación ambiental;
-Grave desigualdad social y económica;
-Acceso no democrático a los recursos;
-Explotación del planeta en detrimento de las generaciones futuras.
Cómo vivir de manera sostenible: 10 consejos útiles
Para vivir de manera sostenible, podemos adoptar una serie de comportamientos orientados a la sostenibilidad ambiental, social y económica. En primer lugar, es importante educarse para tomar decisiones informadas y evaluar cuidadosamente las elecciones que hacemos en cuanto al consumo de productos, servicios y procesos, para que aporten valor positivo al medio ambiente, la sociedad y la economía.
Aquí tienes 10 hábitos sostenibles que podrían marcar la diferencia y contribuir al desarrollo sostenible:
1. Reducir los residuos generados en la vida cotidiana, eligiendo productos con envases reciclables y compostables o sin envoltorios, y evitando comprar en exceso.
2. Adoptar una dieta sostenible, compuesta principalmente por vegetales, que tienen un menor impacto ambiental, y elegir alimentos producidos localmente y de temporada, preferiblemente de granjas orgánicas y cadenas de suministro cortas.
3. Reducir el consumo de agua potable, por ejemplo, optando por una ducha en lugar de un baño, cerrando el grifo cuando no se use y recuperando agua de lluvia para el riego de plantas o jardinería.
4. Utilizar fuentes de energía renovable en el hogar, como un sistema fotovoltaico para producir electricidad de manera sostenible o un sistema solar térmico para obtener agua caliente doméstica sin generar emisiones de gases de efecto invernadero.
5. Elegir sistemas altamente eficientes en energía, como una caldera de condensación en lugar de una antigua caldera de gas, una bomba de calor o una caldera preparada para el hidrógeno.
6. Reducir tu propia huella de carbono, por ejemplo, adoptando hábitos que ahorren energía, como instalar bombillas LED de bajo consumo o elegir soluciones de movilidad sostenible como vehículos eléctricos o transporte público.
7. Comprar productos de comercio justo que garanticen el respeto de los derechos de los trabajadores, como pagar un precio justo y promover condiciones laborales saludables que protejan el medio ambiente.
8. Valorar las empresas que tienen una estrategia de sostenibilidad clara y medible, es decir, cuando su negocio puede crear beneficios comunes para el colectivo y contribuir al desarrollo económico sostenible.
9. Apoyar políticas de sostenibilidad que busquen reducir el hambre y la malnutrición, lograr la igualdad de género, un bienestar adecuado para los vulnerables, servicios de salud accesibles para todos y una educación de calidad, justa e inclusiva.
10. Apoyar proyectos diseñados para hacer que las ciudades sean más sostenibles, por ejemplo, programas orientados a mejorar la calidad del aire, optimizar la gestión de residuos, fomentar la inclusión social y promover relaciones positivas y sostenibles entre las ciudades y las áreas rurales.
Por supuesto, puedes contribuir a la sostenibilidad en cualquier nivel, desde tomar decisiones simples sobre lo que consumes hasta invertir en energías renovables y comprar un sistema ecológico o participar activamente en la promoción de la sostenibilidad a nivel local, nacional o internacional.