Quemadores: Significado, Función y Definición
Quemador
Un quemador es un componente crucial en cualquiera de los sistemas de calderas de Ariston y es clave para que ocurra el proceso de combustión. El quemador es el lugar donde el combustible que impulsa el sistema de calefacción se mezcla con el aire y es encendido por el quemador para crear la llama al interior de la caldera.
Por lo general, el combustible que normalmente se usa es gas, propano, gasolina o similares. Debido a que es parte del proceso de combustión, el quemador se encuentra dentro de la cámara de combustión en el sistema de la caldera.
Sea cual sea el combustible que se utilice, la proporción de aire en relación a la del combustible tiene que ser correcta para que el quemador funcione adecuadamente. Si esta proporción no es controlada de manera apropiada, esto puede provocar que un exceso de combustible quede almacenado en el depósito, lo que incrementará los costos en combustible y también causará un bloqueo del sistema de manera innecesaria. La única manera de evitar esto es realizando un mantenimiento apropiado del sistema a través de controles estacionales llevados a cabo por un profesional. El innovativo sistema de encendido de Ariston con control de combustión electrónico y adaptable al gas, identifica automáticamente las características del gas, asegurando que la calefacción tenga un rendimiento consistente, un sistema avanzado de control, y seguridad bajo toda circunstancia.
Otro aspecto importante de monitorear es la emisión de subproductos de la combustión. Durante el proceso de combustión, se producen distintos gases, incluyendo monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, y dióxido de carbono. Aunque algunos de ellos son más dañinos que otros, es esencial controlar todas las emisiones por seguridad y por razones medioambientales.
Un sistema eficiente y eficaz expulsará los gases hacia fuera por el conducto de ventilación, de manera que no puedan ingresar a tu casa. Las modernas calderas Ariston suelen instalarse en una sala de estructura cerrada, lo que reduce el riesgo de escapes de gases peligrosos desde el sistema de la caldera hacia el suministro de aire de una habitación. Sin embargo, si el conducto de ventilación está bloqueado o si se produce una acumulación de depósito del combustible, se pueden causar problemas en el sistema de calefacción y el riesgo de una fuga accidental es mayor. Esto refuerza la importancia de realizar un mantenimiento profesional frecuentemente que incluya el quemador, el conducto de ventilación y la caldera.