Climatización en edificios existentes: cómo combinar aerotermia con radiadores
La aerotermia se ha convertido en una de las soluciones más eficientes para climatización y producción de ACS. Sin embargo, todavía existe la creencia de que solo funciona bien cuando se combina con suelo radiante o emisores de baja temperatura.
La realidad es que muchos edificios existentes pueden aprovechar la aerotermia sin necesidad de cambiar todos los radiadores, siempre que se realice un diseño adecuado del sistema.
En este artículo explicamos cómo integrar aerotermia y radiadores en rehabilitaciones, qué tener en cuenta en el dimensionamiento y en qué casos conviene optar por soluciones híbridas.
¿Es viable combinar aerotermia y radiadores?
Sí, y cada vez es más habitual.
Las bombas de calor modernas trabajan a temperaturas más altas que hace unos años, llegando a 60–70 °C en muchos modelos, lo que permite alimentar radiadores tradicionales en una gran variedad de situaciones.
La viabilidad depende principalmente de:
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Temperatura de impulsión necesaria del edificio
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Aislamiento térmico real
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Tamaño de los radiadores existentes
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Clima exterior
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Perfil de uso y confort del usuario
En rehabilitaciones donde no se quiere acometer una obra mayor, la combinación puede ser una solución óptima.
Temperatura de impulsión y radiadores
Para cubrir la demanda térmica, los radiadores deben emitir suficiente calor:
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35–45 ºC: máximo rendimiento, requiere radiadores sobredimensionados
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45–55 ºC: adecuado para edificios bien aislados o radiadores grandes
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55–65 ºC: viable con bombas de calor de media-alta temperatura
Si se requieren impulsiones superiores a 65 ºC, lo recomendable es un sistema híbrido (aerotermia + caldera).
Respecto a los radiadores existentes:
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Sobredimensionados: funcionan bien con impulsiones más bajas (50–55 ºC)
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Ajustados o pequeños: se puede añadir algún radiador, un ventiloconvector o reforzar zonas estratégicas
Pequeños ajustes permiten trabajar a menor temperatura y aumentar la eficiencia.
Opciones de instalación
1. Aerotermia monovalente:
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Adecuada si la impulsión ≤ 55 ºC, el clima no es extremo y el aislamiento es razonable
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Opción más eficiente y sostenible
2. Sistemas híbridos (aerotermia + caldera):
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La bomba de calor cubre entre el 70% y 90% del año
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La caldera actúa solo en picos de frío
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Ventajas: no requiere obra, optimiza costes y emisiones, alta fiabilidad
Muchos fabricantes gestionan automáticamente cuál generador es más eficiente en cada momento.
Curva climática y eficiencia
La aerotermia rinde mejor con regulación por compensación climática, ajustando la temperatura de impulsión según la temperatura exterior. Esto maximiza el rendimiento estacional, mejora el confort y evita trabajar siempre a temperaturas elevadas, incluso en radiadores tradicionales.
Ahorros y beneficios
En rehabilitaciones típicas:
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Aerotermia monovalente: ahorro del 30–50 % respecto a caldera de gas
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Sistemas híbridos: ahorro del 20–40 % con mínima intervención
Otros beneficios:
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Reducción de emisiones de CO₂
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Mayor independencia energética
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Posibilidad de integración con fotovoltaica
Conclusión
La aerotermia es viable y eficiente en edificios existentes con radiadores si se estudia correctamente la temperatura de impulsión, se evalúan los radiadores y se ajusta la curva climática.
Para edificios con limitaciones técnicas, los sistemas híbridos ofrecen una transición flexible hacia soluciones sostenibles sin grandes obras.
La rehabilitación energética moderna combina eficiencia, confort y reducción de emisiones, incluso en edificios no diseñados para baja temperatura.